¿Te ha pasado alguna vez que recuerdes una película que viste en tu infancia/juventud, que te dejara con inquietudes? Eso fue lo que me comentó mi amiga Annette, hablándome de esta película, 'Cuentos Inmorales', de Walerian Borowczyk, rodada en el 1974. Ella tenía ganas de volver a verla y comprobar si ahora, con mucha más experiencia en la vida y en el sexo, comprendía cosas que en aquellos años se le habían escapado. Yo, nunca había oido hablar de ella, asi que me picaba la curiosidad. Con los pocos datos que contaba, se la busqué por Internet. La pude ver y la verdad es que no me dejó indiferente. Tiene momentos bastante buenos. No es pornográfica, pues no enseña los actos crudamente, sino que los sugiere o los muestra cubiertos, dejando margen a la imaginación de cada uno.
Se compone de cuatro historias, bastante distintas entre si, con el erotismo de esbeltos cuerpos femeninos muy propio de los años 70, cuando los sexos aún estaban adornados de espeso vello rizado y no estaban tan de moda los pechos opulentos sino los más aniñados.
La marea trata de unos primos que veranean juntos y la iniciación de la chica en el sexo durante un viaje a una rocosa playa, donde él le explica el mecanismo de las mareas, con un evidente paralelismo a la felación que ella se ve obligada a practicarle. A destacar el aire inocente y sumiso de la protagonista, apenas una cria, tan deseosa de complacer a su experimentado primo con sus labios carnosos y provocadores y una mirada muy tierna, tan azul como el mar que les rodea.
Theresa Filósofa es la historia de una joven profundamente religiosa que oye voces y que se debate entre su ideal de pureza y una pasión ardorosa que la consume y a la que cede, recluida en su habitación, entregándose a los placeres solitarios del onanismo con unos afortunados pepinos.
Erzsebet Bathory nos muestra un momento de la vida de la sangrienta Condesa húngara, famosa por ser quizás la mayor asesina en serie de la Historia, pues se dedicaba a matar y bañarse en la sangre de jovencitas de la región en la creencia de que así conservaba su juventud y belleza. El corto nos muestra como estas chicas son escogidas en los pueblos y llevadas al castillo. Allí nos deleitamos con la visión de sus hermosos cuerpos cubiertos de jabón y agua caliente en las múltiples duchas de la Condesa, frotándose y jugando entre ellas, disfrutando del bienestar que la aristócrata les ha proporcionado, sin ser conscientes del trágico final que les espera.
Una curiosidad de la película es que la actriz que da vida a la condesa no es otra que Paloma Picasso, hija del célebre pintor. La escena principal consiste en toda una orgía de féminas, disputándose trozos del vestido semitransparente cubierto de perlas que lleva la protagonista, que le es arrancado pedazo a pedazo. Es un segmento lleno de sensualidad, totalmente lésbico y el sonido de la tela rasgándose y la manera en que ella se enfrenta a esa forma de ser desnudada es muy sexy.
Y para terminar, Lucrezia Borgia evoca los rumores que las malas lenguas de su época difundieron, pues decían que mantenía relaciones incestuosas con su padre, Alejandro VI, Papa de Roma, y con su hermano César, que era cardenal y a los que acusaron de ser padres del hijo que tuvo con solo 17 años. Son escenas cargadas de transgresión y herejía, pues se burlan repetidamente de la religión católica.
Por si os a parecido interesante y os apetece verla, aquí es una de las varias páginas donde la podeis encontrar. 'Cuentos Inmorales Online'
Y para terminar, Lucrezia Borgia evoca los rumores que las malas lenguas de su época difundieron, pues decían que mantenía relaciones incestuosas con su padre, Alejandro VI, Papa de Roma, y con su hermano César, que era cardenal y a los que acusaron de ser padres del hijo que tuvo con solo 17 años. Son escenas cargadas de transgresión y herejía, pues se burlan repetidamente de la religión católica.
Por si os a parecido interesante y os apetece verla, aquí es una de las varias páginas donde la podeis encontrar. 'Cuentos Inmorales Online'
1 comentario:
Merci mille fois!
Gracias mil por todo.
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