domingo, 26 de septiembre de 2010

Anti Kamasutra

Me chifla Arthur de Pins, ilustrador francés, y su manera de dibujar esas mujeres de caderas generosas, muchas de ellas pelirrojas, así que cuando me encontré con un libro ilustrado por él en un Natura de Ibiza, no dudé en comprarmelo. Además el tema me pareció muy interesante. A medida que lo iba leyendo, aparte de reirme mucho, no podía estar más de acuerdo con lo expuesto. Así que os lo recomiendo totalmente.

"El Kamasutra nos vigila. El Kamasutra es el Gran Hermano de la sexualidad moderna. Ojalá nos dejara en paz, aunque sólo fuera para que podamos apreciar el más sencillo de los misioneros. No, no siempre nos apetece hacer la postura de la gamba. No, no necesitamos sentirnos inútiles con la excusa de que el galgo siempre sale bien. ¿Y si nos deshiciéramos de un libro que exige demasiado y nos contentásemos con hacer el amor dos veces al mes? ¿Y si fueramos felices con sólo tres posturas?"

"Este libro, enormemente subversivo, es una denuncia de los modelos de conducta que nos impiden hacer tranquilamente el amor como nos de la gana, reafirmando nuestras preferencias sexuales y nuestra identidad individual."

"Anti Kamasutra. Manual de uso para personas normales" Maïa Mazaurette & Arthur de Pins
Editorial Dibbuks, 2009.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Fiesta

Justo cuando salía del vestuario de las chicas, con la mochila al hombro y el pelo mojado, ya casi llegando a la puerta de salida del gimnasio, Iván me dio alcance y me paró, con una sonrisa.

- ¡Que bueno que aún te pillo por aquí! Te estaba buscando... Oye, que el viernes hay una fiesta en casa de Alex, ¿te gustaría venir? Habrá más gente del gimnasio, será divertido... ¡venga! ¡Dime que sí!

Su sonrisa sincera me desarma y acepto. Me gusta su pelo corto alborotado, su cara de niño bueno y esa manera atropellada de hablar. Creo que le pongo un poco nervioso. Muchas chicas suspiran aquí por él, al igual que por sus dos grandes amigos, Alex y Juan.

Alex es el más corpulento del grupo, con unos ojos azul cielo y boca generosa, tiene un cuerpo de dios griego que cuida con esmero y lleva la cabeza afeitada, lo que le da un aire muy morboso. Juan destaca por su altura, más de metro noventa, pelo azabache, ojos verdosos y un culito impresionante. A mi personalmente me encantan sus brazos fuertes y sus manos delicadas. Y Iván, con su simpatía y la mirada picarona de sus ojos avellana nos tiene el corazón robado. Tiene alma de bailarín, siempre en movimiento, siempre inquieto. Los tres van despertando a su paso comentarios de deseo y envidia. Son los reyes del gimnasio. Así que me siento halagada por su invitación.

La casa de Alex está en una urbanización apartada en las afueras de la ciudad. Llego en mi coche, son las doce pasadas. En el cielo, una luna llena impresionante y miles de estrellas. Tras llamar al timbre, espero junto a la puerta a que aparezca alguien para abrirme, pensando si tal vez no me habré excedido en mi vestimenta, quizás demasiado sexy: un vestido marrón consistente en dos piezas rectangulares atadas en mi nuca y que cubren apenas mi pecho como parte delantera, haciendo un escote de vértigo y que se juntan en la cintura con una minifalda de volantes, con toda la espalda y laterales al descubierto, uniendo el arriesgado conjunto por la parte de atrás con dos tiras finas. He aprovechado para estrenar unos zapatos de madera y cuero que combinan a la perfección, con sus altos tacones y sus tiras cruzadas. Puede que vaya enseñando más de lo que debiera, pero me desquito pensando que si ellos están tan bien, sus amigas deben de estar de infarto y yo no quiero ser menos en la fiesta, que también tengo un cuerpo bonito y que hay que lucirlo, que para eso me lo curro. Quizás hasta ligue con alguien y todo...

Iván y su sonrisa inmaculada me reciben y me hacen pasar a través de un gran jardín, muy frondoso, me conduce por un sendero de piedra levemente iluminado por farolillos bajos, rodeando la enorme casa, hacia donde se escucha la música de la fiesta. No se que és, pero algo falla. Luego me doy cuenta de que no se oye el habitual barullo de personas hablando. A lo mejor es que hay pocos invitados o que he llegado muy pronto...

Salimos a una zona descubierta con una gran piscina iluminada desde su interior, rodeada de césped y junto a la que hay una pequeña mesa cuadrada con cosas para picar y bebidas de todo tipo. Alex está junto a ella, preparándose un trago, llevando sólo un bañador azul, su hermoso cuerpo perlado de gotas, Juan está metido en el agua y me observa silencioso apoyado en una esquina de la piscina.

No puedo disimular mi sorpresa cuando me doy cuenta de que allí no hay nadie más, tan solo nosotros cuatro.

- Te hemos tendido una pequeña trampa -me confiesa Iván, dulcemente- la verdad es que no hemos invitado a nadie más a la fiesta... Bueno, es que a los tres nos gustas mucho y como sabemos que eres una chica de ideas claras -no te lo tomes a mal- nos preguntábamos si te gustaría montártelo con los tres, juntos... o por separado, como prefieras.. o sólo con uno... no sé... O si no te gusta la idea, pues nada, te acompaño a la puerta y tan amigos, no queremos hacerte sentir incómoda...

Me quedo estupefacta. No sé que contestar. La verdad es que siempre me he llevado muy bien con ellos en el gimnasio, hemos hablado mucho de un montón de temas, hasta de los más personales, hay confianza y los tres me parecen muy atractivos. Mentiría si dijera que nunca había fantaseado con la idea de hacérmelo con alguno de ellos. Y a mi me encanta el sexo en grupo. Es toda una tentación.

Es una oportunidad que no se me volverá a plantear, si la desaprovechara sería tonta.

Así que me quito los zapatos, me libro de mi mínimo vestido mientras los chicos me contemplan con la boca abierta y me tiro de cabeza a la piscina, literal y figuradamente, llevando sólo un tanga negro. Oigo, lejanos, los gritos de alegría de Alex e Iván, al más puro estilo yankie.

Buceo, nadando hacia la esquina y salgo frente a Juan.

Dirigiéndole mi mirada más provocadora, me pego a su cuerpo y le beso apasionadamente, agarrada a su nuca. Su mano se mueve despacio, acaricia mi cintura y sube por mi espalda, apretándome contra él, correspondiendo a mi beso con una boca voraz.

Cuando su mano baja para agarrarse a mi culo, me escapo de su abrazo con una sonrisa picarona y salgo de la piscina. Me voy por el cesped hacia Alex, bebo de su copa y le beso, compartiendo el liquido entre nuestras lenguas, acariciando su impresionante torso.

Noto que Ivan está a mi espalda, estiro mi brazo hacia atrás para hacerle saber que es bienvenido, tocando su pierna, apretando su trasero para que sienta el mio sobre su sexo, él va acariciándome, besando mi cuello, me encanta la situación de estar entre los dos, como el relleno de un bocadillo, pienso divertida.

Las manos de Iván se posan en mi cintura, tirando de mi hacia atrás, separándome de Alex, diciéndome "ven, ven" en un susurro.

Me hace tumbar sobre la mesita cuadrada, que ha despejado de botellas y demás mientras yo estaba en la piscina con Juan. Mi cabeza cuelga por uno de los bordes. Me hace subir las piernas y apoyar los talones por el otro lado. Alex se arrodilla, me quita el tanga y sumerge su lengua en mi sexo mojado, haciéndome gemir de gusto. Mi boca se abre, mientras miro a Ivan y él sabe bien que hacer. Se baja los pantalones y me ofrece su polla jugosa para chupar. Juan se ha unido a nosotros y siento sus preciosas manos apretar mis pechos y sobarlos mientras mira embelesado lo que sus amigos me hacen.

Lo hablan entre ellos y deciden cambiar. Ninguno se mueve, pero hacen girar la mesita y así rotan posiciones. Yo disfruto de las sensaciones con los ojos cerrados: ya no se de quien son los labios, lenguas, dedos, caricias, pollas que siento por mi cuerpo y en mi boca, cada vez que la mesa gira. Estoy caliente, quiero más, quiero que me follen ya y lo pido entre gemidos.

"Vamos dentro" dice Juan y pronto estamos los cuatro corriendo hacia la casa, desnudos, entre risas.

El salón es muy grande y tiene dos enormes sofás de color negro, uno frente al otro, separados por una alfombra roja peludita. Juan me toma de la mano mientras me tumba en uno de ellos y sus amigos se sientan en el otro, observándonos. Se estira sobre mi y me penetra. Me encanta cómo se mueve, rodeo su cintura con mis piernas y él las levanta, poniéndolas sobre sus hombros, haciendo que su polla llegue muy adentro, embistiendo con fuerza. Me corro, pero quiero más. De reojo veo a Iván y a Alex masturbándose mientras nos miran. Me excita ver cómo se tocan, pendientes de nuestros movimientos y sonidos, como si fueramos una película porno en directo, pero no demasiado rápido, para esperar al momento en que llegue su turno. Le pido a Juan que me deje ir y no me retiene.

Gateo atravesando la distancia que nos separa y me voy hacia Iván, me siento a horcajadas sobre él y me la meto despacito. Estoy chorreando, de sudor, de fluidos. Acaricio su carita de niño bueno mientras me muevo sobre él, me gusta verlo así, con los ojos medio cerrados, disfrutando, moviendo mis caderas arriba y abajo con sus manos. Alex se pone en pie sobre el sofá y me la mete en la boca, agarrándome del pelo, obligándome a tragármela hasta la garganta. Eso me pone muy burra y comienzo a moverme más rápido. Iván gime descontroladamente, creo que se va a correr, así que cambio de posición, me pongo a cuatro patas en el sofá y se la sigo chupando mientras Alex me la mete por detrás sin compasión, su dedo pulgar jugando con mi culo mientras me folla. Juan no pierde detalle, machacándosela mientras nos contempla, animando a sus amigos.

Iván me llena la boca con su leche y pronto Alex hace lo propio sobre mi espalda. Juan se acerca para que se la chupe también, con la polla a punto de rebentar y me trago todo lo que me da.

Quedamos tirados sobre la alfombra, jadeantes. Juan me pregunta, provocador, si quiero más. Yo siempre quiero más, le contesto, desafiante. Asi que se ponen a tocarme entre los tres, me sujetan, me masturban, me llenan con sus dedos, hasta que les suplico que paren, temblorosa, al límite de mi resistencia, habiendo perdido la cuenta de mis orgasmos.

La noche continua, divertida, bebiendo, nadando, jugando.... Nos despedimos de madrugada, diciendo que tenemos que celebrar más fiestas como esta.

¿Te apuntas a la próxima?

Tenia esta historia a medio hacer, repartida en tres ordenadores diferentes y me ha costado la vida poder reunir las diferentes partes y acabar la historia (con lo fácil que es comprarse un pendrive, ¿verdad?)
Dedicada con todo mi cariño a S.M., de la que me contaron que se tiró a la piscina, literal y figuradamente, con los chicos de su gimnasio y que me ha hecho soñar más de una vez con esa fiesta....


domingo, 12 de septiembre de 2010

Janesko

Estoy en Facebook, una chica apodada "Flor Bella" me manda un toque. Yo entro en su perfil para ver si la conozco o si me interesa conocerla... La foto me deja sin aliento. Es un dibujo de una morenaza de ojos azules y generoso busto. Me encanta. Empiezo a mirar el resto de sus fotos de perfil y enseguida descubro a la artista creadora de estas imagenes, que por supuesto no es ella ni se parece a sus dibujos...

Es bastante evidente que usó a Angelina de modelo, ¿no?

Jennifer Janesko. La busco en Internet y enseguida doy con su pagina. Tiene algunos dibujos realmente extraordinarios, otros de menor calidad, pero dignos de verse. Aquí algunos ejemplos:

"Lounge"

"Birthday suite"

"Inferno"

Y mi favorito, "Secret Garden"

Si quereis visitarla y juzgar su extensa obra pictórica por vosotros mismos, al igual que sus diseños de joyas, aquí os dejo el enlace: