Desde la primera vez que vi un concierto de Rihanna, lo tuve clarísimo. No se si será, tal como dice el personaje que interpreta Madonna en "El cuerpo del delito", porque los que tenemos ciertas tendencias similares nos reconocemos entre nosotros. Actitudes, gestos, palabras... a veces, simplemente algún detalle en la manera de vestir. No se exactamente lo que me llamó la atención en ella, pero lo supe. A Rihanna le gustaba el BDSM.
Así que cuando luego se supo de los malos tratos por parte de su novio Chris Brown, también entendí que, igual que yo, había caido en manos de un abusador en vez de un dominante, pensando que podría confinar ese punto de violencia que a las mujeres sumisas nos atrae en un hombre, entre las paredes de un dormitorio, en la intimidad de una relación, sin que afectara al resto de su vida. Y eso es muy, muy dificil de conseguir.
Ser diferente en temas de sexualidad siempre es controvertido y el mundo del BDSM sigue siendo un rincón oscuro e incomprendido por la gran mayoría, aunque últimamente parece estar un poco de moda, con reportajes en televisión y gente famosilla que se declaran fans de látigos y cuerdas, latex y cuero, dolor y placer.
Rihanna ha ido mostrando cada vez más de esta faceta suya, hasta abrirse completamente al mundo con esta canción de su album "Loud" (2010) y consiguiente video, que ha causado una gran polémica, asi como con sus declaraciones al los medios. Para mi, es toda una divertida, colorista e irreverente parodia de lo que la gente en general piensa que ha de ser el Sadomaso: mordazas, ataduras, látigos y fustas, "dog training", vestimentas plásticas y apretadas.... Vamos, que no es para tanto.
Hay mucha gente que sigue opinando que esto sólo es una maniobra de marketing y que no es cierto, pero a mi no me van a convencer. Yo ya lo adiviné mucho antes de que esto surgiera a la luz pública. Sí, sí. A Rihanna le gusta el BDSM. "I like it, like it! C'mon, c'mon... "